VATICANO,
El Papa Francisco presidió este sábado 2 de febrero la Misa de la Fiesta de la Presentación del Señor y de la XXIII Jornada Mundial de la Vida Consagrada en la Basílica de San Pedro del Vaticano.
En su homilía, que pronunció ante cardenales, obispos, sacerdotes pertenecientes a órdenes, congregaciones e institutos religiosos, el Santo Padre explica en qué consiste la vida consagrada y señala que es una "alabanza que da alegría al pueblo de Dios, visión profética que revela lo que importa".
La vida consagrada "es mirada que ve a Dios presente en el mundo, aunque muchos no se den cuenta; es voz que dice: 'Dios basta, lo demás pasa'; es alabanza que brota a pesar de todo".
Homilía completa pronunciada por el Papa Francisco:
La liturgia de hoy nos muestra a Jesús que va al encuentro de su pueblo. Es la fiesta del encuentro: la novedad del Niño se encuentra con la tradición del templo; la promesa halla su cumplimiento; María y José, jóvenes, encuentran a Simeón y Ana, ancianos. Todo se encuentra, en definitiva, cuando llega Jesús.
¿Qué nos enseña esto? En primer lugar, que también nosotros estamos llamados a recibir a Jesús que viene a nuestro encuentro. Encontrarlo: al Dios de la vida hay que encontrarlo cada día de nuestra existencia; no de vez en cuando, sino todos los días. Seguir a Jesús no es una decisión que se toma de una vez por todas, es una elección cotidiana.