ROMA,
El caso de Asia Bibi se ha vuelto "un hito en la historia de los cristianos en Pakistán para erradicar el fundamentalismo religioso", comentó a la agencia vaticana Fides, fray Qaisar Feroz, secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales.
"No solo hay que celebrar la libertad de una mujer inocente, sino que se deben apreciar los esfuerzos de los abogados y la valentía de la Corte Suprema", señaló en referencia a la decisión de los jueces que ratificaron su fallo que declaró inocente a la madre católica, a pesar de la presión de grupos fundamentalistas.
Bibi fue acusada falsamente en 2009 de blasfemar contra el islam. Al año siguiente fue sentenciada a muerte. Gracias a las campañas y el apoyo a lo largo del mundo, el 31 de octubre de 2018 el Tribunal Supremo de Pakistán anuló la condena que pesaba sobre ella.
"Los ciudadanos cristianos, amantes de la paz, han elevado sus oraciones de acción de gracias a Dios por la conclusión de este doloroso caso", explica a Fides el padre Bonnie Mendes, sacerdote principal y experto en derechos humanos en Pakistán.