VATICANO,
El Papa Francisco recibió este viernes 1 de febrero a los participantes en el Capítulo General de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y los identificó con la figura del buen samaritano.
En su discurso, destacó el discernimiento, la cercanía-hospitalidad y la misión compartida como los ejes de su misión caritativa y hospitalaria.
Sobre el discernimiento, afirmó que "se trata de una actitud fundamental en la vida de la Iglesia y en la vida consagrada".
Aseguró que los tres objetivos marcados para el Año de la Vida Consagrada –"hacer memoria agradecida del pasado, vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza"– es imposible vivirlos "sin un adecuado discernimiento".
"Mirando al pasado, el discernimiento lleva a la purificación de nuestra historia y de nuestro carisma, a separar el grano de la paja, a fijar nuestra atención en lo que es importante", explicó.
Al mismo tiempo, "mirando al futuro, el discernimiento les permitirá seguir haciendo fecundo el carisma de la hospitalidad y del cuidado, enfrentando los nuevos desafíos que se les presentan".