Cuando Lawrence Girard nació el 21 de noviembre de 1918 en Windsor (Canadá) el presidente de Estados Unidos era Woodrow Wilson, la gente iba a ver las películas de Charles Chaplin y la Primera Guerra Mundial acababa de concluir.
Sin embargo, sus cien años de edad no son impedimento para que el hoy diácono Girard siga ayudando en la celebración de ocho Misas semanales –una por día y dos los domingos– en la iglesia de San Sebastián, en Dearborn Heights, Michigan; leyendo el Evangelio, las intenciones y apoyando en la distribución de la Comunión. "No solo tiene 100 años, sino que está lleno de vida y es muy activo", afirma su párroco, el P. Walter Ptak.
Asimismo, además de ayudar en la Misa, el diácono Girard asiste a casi todos los eventos parroquiales. "Siempre está en movimiento; Un verdadero testigo, especialmente para las personas mayores ", dijo el P. Ptak. "Tiene un espíritu tan positivo y sigue adelante, proclamando el Evangelio y viviéndolo".
Foto: Luke Armstrong
Estas características del anciano diácono son destacadas por los fieles, como Ken Krach, que ayuda en la sacristía después de la Eucaristía. "Es muy rápido, siempre uno de los primeros aquí, y siempre tiene palabras de sabiduría. Es un hombre muy inspirador, devoto y amable, y su memoria es muy buena".