PANAMÁ,
En su último día en Panamá, el Papa Francisco tuvo un encuentro con los jóvenes voluntarios que ayudaron en el éxito de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), y a quienes aseguró que Dios les devolverá el ciento por uno por su servicio a los demás.
El encuentro con los 19.500 voluntarios de diferentes países se realizó este 27 de enero en el Estadio Rommel Fernández de la Ciudad de Panamá a las 4:20 p.m. Esta fue la última actividad del Papa antes de dirigirse al aeropuerto para tomar el avión de regreso a Roma.
Francisco y los jóvenes, entre los cuales también había musulmanes, budistas y judíos, escucharon el saludo del P. Rómulo Aguilar, coordinador de la JMJ, quien señaló que el ansia de los voluntarios de servir y construir una nueva sociedad "no es más que el eco de Dios que todos llevamos dentro"; y los animó a mantener "siempre el corazón inquieto y la convicción de que es Dios quien les ha traído de la mano y les ha llenado la vida de fuego divino".
Posteriormente los jóvenes Bartosz Placak (Polonia), Stella Maris del Carmen Deville (Panamá), y Maria Margarida (Portugal).
En sus palabras de agradecimiento, el Arzobispo de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa, afirmó que la entrega dada por los voluntarios en estos días es una muestra del significado de la palabra "servicio".
En su discurso a los jóvenes, el Papa Francisco señaló que la experiencia vivida en la JMJ les ha mostrado "cómo palpita el corazón cuando se vive una misión, y no porque alguien se los contó, sino porque lo vivieron. Tocaron con su propia vida que 'no hay amor más grande que dar la vida por los amigos'".