La Jornada Mundial de la Juventud de Panamá es una fiesta multicultural en la que participan todos, pues incluso los privados de libertad se sumaron a este emotivo y alegre encuentro de fe a través del Festival de la Juventud.
La actividad se desarrolló el 23 de enero y fue coordinada por la organización de la JMJ en conjunto con el Sistema Penitenciario y la Policía Nacional.
En total fueron más de 500 los reclusos de distintos centros penales que se inscribieron como peregrinos de la JMJ y llegaron hasta el centro Penitenciario de la Nueva Joya para vivir una jornada de catequesis, confesarse, participar en Misa y vivir un recital de música católica.
Filocalia, un grupo argentino de música y teatro, fue el encargado de llevar alegría para que los internos alabaran al Señor.