REDACCION CENTRAL,
El Papa Francisco preside la Misa de consagración del altar de la Catedral Basílica de Santa María la Antigua en Panamá.
A la Misa asisten los sacerdotes, consagrados y movimientos laicales de Panamá. A continuación el texto completo de la homilía del Santo Padre:
En primer lugar quiero felicitar al Señor Arzobispo que por primera vez después de casi siete años puede encontrarse con su esposa, que es esta iglesia, viuda provisoria durante todo este tiempo. Y felicitar a la viuda que deja de ser viuda hoy con el encuentro con su esposo.
También quiero agradecer a todos los que hicieron posible esto, a las autoridades y a todo el pueblo de Dios, todo lo que hicieron para que el Señor Arzobispo pudiera encontrarse con su pueblo, no en casa prestada sino en la suya. Muchas gracias señor presidente.
En el programa estaba previsto que esta ceremonia, por falta de tiempo, tuviera dos significados: la consagración del altar y el encuentro con sacerdotes, religiosas, religiosos, laicos consagrados. Así que lo que voy a decir va a estar en esa línea, pensado en los sacerdotes, las religiosas, los religiosas, los laicos consagrados, son todos los que trabajan en esta Iglesia particular.
«Jesús, fatigado del camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía. Una mujer de Samaría fue a sacar agua, y Jesús le dijo: "Dame de beber"» (Jn 4,6-7).