MADRID,
Julen, el niño de dos años y medio que se precipitó por un estrecho pozo de 107 metros de profundidad en la Sierra de Totalán, provincia de Málaga (España), el pasado domingo 13 de enero, ha sido encontrado muerto este sábado 26 por los equipos de rescate a pesar de los esfuerzos por hallarlo con vida.
El Obispo de Málaga, Mons. Jesús Catalá, ha emitido un comunicado titulado "Ante la muerte del pequeño Julen" en el que afirma que "desde que tuvimos la primera noticia de la caída del niño Julen en el pozo la Diócesis de Málaga ha estado rezando por él y por su familia. Todos hemos seguido con atención los difíciles trabajos para su rescate".
"Hoy, los feligreses de las parroquias de Totalán y El Palo y el mismo Obispado de Málaga quiere expresar su sentida condolencia a sus padres y a su familia. En estos días todos nos hemos sentido muy cercanos a ellos y hemos compartido la angustia y el dolor".
Finalmente, el Obispo recuerda que "los cristianos creemos en la Resurrección de Jesucristo; y por ello rezamos a Dios para que otorgue al pequeño Julen la Paz eterna y la Luz inmortal, que viva para siempre en el Señor".