La joven Carolina Alvarado Esquivel llegó desde Costa Rica junto a sus padres para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Panamá 2019, con el sueño de conocer al Papa Francisco y testimoniar esperanza a los peregrinos en situación de discapacidad.
La falta de oxígeno al nacer provocó en Carolina una parálisis cerebral que derivó en una cuadriparesia espástica. Se trata de un trastorno motriz severo que, además de complicaciones motoras, provoca secuelas como déficit cognitivo, visual, auditivo y de lenguaje.
Pese a su condición, la joven siguió adelante y en 2018, a sus 18 años, se graduó de bachiller en el Colegio Católico Nuestra Señora de Guadalupe, de la ciudad de Heredia.