El Papa Francisco también aseguró que de este modo Jesús rompe "con otra murmuración nada fácil de detectar" y que "taladra los sueños" porque repite constantemente "no vas a poder, no vas a poder".
"Cuando pienses que no vas a poder, date un cachetazo y di sí voy a poder y te lo voy a demostrar", subrayó.
"Es el cuchicheo interior que aparece en quien, habiendo llorado su pecado y consciente de su error no cree que pueda cambiar. Es cuando se cree interiormente que el que nació 'publicano' tiene que morir 'publicano'; y esto no es verdad", aseguró.
"Amigos: Cada uno de nosotros es mucho más que sus rótulos, que la condena que nos impusieron. Así Jesús nos lo enseña e invita a creer", animó el Papa a los jóvenes y destacó que Jesús, con su mirada, "nos desafía a pedir y buscar ayuda para transitar los caminos de la superación".
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"Hay veces que la murmuración parece ganar, pero no la crean, no la escuchen. Busquen y escuchen las voces que impulsan a mirar hacia delante y no las que los tiran abajo", aseguró y les animó a "abrir la ventana y mirar el horizonte. y cada vez que viene la polilla con el "no vas a poder" responde sí vas a poder".
También recordó que "la alegría y la esperanza del cristiano ―de todos nosotros, también del Papa― nace de haber experimentado alguna vez esta mirada de Dios que nos dice: vos sos parte de mi familia y no puedo dejarte a la intemperie, no puedo perderte en el camino, estoy aquí contigo. ¿Aquí? Sí, aquí".
E hizo referencia al testimonio de uno de los jóvenes del Centro de Cumplimiento. "Es haber sentido como lo compartiste vos, Luis, que en aquellos momentos que parecía que todo se había acabado algo te dijo: ¡No! Todo no ha terminado, porque tenés un propósito grande que te permite comprender que el Padre Dios estaba y está con todos nosotros y nos regala personas con las que caminar y ayudarnos a alcanzar nuevas metas", afirmó.
También afirmó que Jesús de esta manera "transforma la murmuración en fiesta y nos dice: '¡Alégrense conmigo!'" y recordó "la alegría con la que somos recibidos por Dios" y por eso aseguró a los menores que "son parte de la familia", "ustedes tienen mucho para compartir, ayúdennos a saber cuál es la mejor manera para estar y acompañar el proceso de transformación que, como familia, todos necesitamos".
El Papa afirmó que una sociedad se enferma cuando "no es capaz de hacer fiesta por la transformación de sus hijos, una comunidad se enferma cuando vive de la murmuración aplastante, condenatoria e insensible".
Mientras que una sociedad es fecunda cuando "logra generar dinámicas capaces de incluir e integrar, de hacerse cargo y luchar para crear oportunidades y alternativas que den nuevas posibilidades a sus hijos, cuando se ocupa en crear futuro con comunidad, educación y trabajo".