VATICANO,
Un día como hoy, 25 de enero, pero en el año 1959, el Papa San Juan XXIII anunció en la Basílica de San Pablo Extramuros ante unos 20 Cardenales reunidos en Consistorio la convocatoria del Concilio Vaticano II.
"¡Venerables hermanos e hijos amados! Pronunciamos ante vosotros, temblando ciertamente de conmoción, pero junto con una humilde resolución de intenciones, el nombre y la propuesta de una doble celebración: un Sínodo Diocesano para Roma y un Concilio Ecuménico para la Iglesia Universal", fueron las palabras pronunciadas por el Pontífice.
Según narra el mayordomo del Papa en declaraciones recogidas por Vatican News este viernes 25 de enero, los presentes en la Basílica romana contestaron con un absoluto silencio, sin aplausos. El asombro se había extendido entre todos los purpurados ante la materialización de una obra que parecía inabarcable y que se había pospuestos desde hacía muchos años.
El anuncio, del todo inesperado, se produjo justo después de la semana de oración por la unidad de los cristianos, cuando Juan XXIII únicamente había cumplido tres meses en la sede de Pedro.
Con aquella convocatoria San Juan XXIII confirmó que sus intenciones no eran simplemente ser un Papa de transición, sino que, a pesar de su edad, 77 años, pretendía dejar una profunda huella en la Iglesia.
En el momento de la convocatoria, ni el Papa ni sus asesores tenían muy claro el contenido del Concilio. El mismo Pontífice afirmaría en un mensaje el 29 de abril de 1959 que "a la hora de anunciar el Concilio Ecuménico hemos escuchado la inspiración" del Espíritu Santo.