Durante la Misa de apertura de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Panamá 2019, el Arzobispo local, Mons. José Domingo Ulloa, aseguró que la Iglesia está en manos de los jóvenes y los alentó tener "el coraje de ser santos en el mundo de hoy".
"La Iglesia está en espera de esta primavera juvenil. Confiamos en ustedes, esperamos mucho de ustedes, porque estamos plenamente convencidos, que los verdaderos protagonistas para los cambios y las transformaciones que requiere la humanidad y la Iglesia están en sus manos, en sus capacidades, en su visión de un mundo mejor", aseguró Mons. Ulloa.
El Arzobispo aseguró en su homilía que para lograrlo los jóvenes deben prepararse en conciencia conociendo su historia personal, familiar, social, cultural y de fe. Este camino debe ser de la mano de los abuelos y con la Virgen María siempre dispuesta a servir.
En ese sentido, Mons. Ulloa alentó a los jóvenes a "vivir y llegar a la santidad" a contracorriente y saliendo de la lógica "del pare de sufrir, que nos hace gastar 'muchas energías por escapar de las circunstancias donde se hace presente el sufrimiento'", como lo expresa la exhortación apostólica "El llamado a la santidad en el mundo actual" del Papa Francisco.
"El ser santo nos hace salir de la corrupción espiritual y material, de todo aquello que nos causa mal y ofende a Dios. Un santo defiende a los indefensos: al no nacido, pero también al nacido en miseria; defiende a los migrantes, busca la justicia; ora, vive y ama a la comunidad; es alegre y tiene sentido del humor; lucha siempre, sale de la mediocridad, vive la misericordia de Dios y la comparte con el prójimo", sostuvo.
Los peregrinos provenientes de 156 países y congregados en el Campo Santa María La Antigua aplaudieron cuando Mons. Ulloa dijo que "ser santo no es un mito, es una realidad palpable" tal como lo fueron San Martín de Porres, Santa Rosa de Lima, San Juan Diego, San José Sánchez del Río, San Juan Bosco, Beata Sor María Romero Meneses, San Óscar Romero y Juan Pablo II.