ROMA,
Las monjas benedictinas de Nursia, que tuvieron que abandonar su monasterio afectado por el terremoto de octubre de 2016, regresarán a esta localidad italiana en las próximas semanas para vivir temporalmente su clausura en un contenedor habilitado especialmente.
El 30 de octubre de 2016 un terremoto de 6,5 grados en la escala de Richter golpeó el centro de Italia; afectando también Nursia, localidad natal de San Benito, el patrono de Europa.
Ese día quedaron destruidas la Basílica de San Benito, la Catedral de Santa María Argentea, el Monasterio Benedictino de San Antonio, el monasterio de las hermanas clarisas, entre otros.
A raíz de esto las religiosas benedictinas fueron trasladadas a la localidad de Trevi, donde permanecerán hasta el 10 de febrero, fiesta de Santa Escolástica, cuando regresarán para instalarse en el "contenedor-monasterio" habilitado por el municipio de Nursia.
Las llaves de esta estructura fueron entregadas a la Madre Caterina Corona por el alcalde Nicola Alemanno. "Ustedes son una parte importante para nuestra comunidad. Tenerlas de nuevo en Nursia será muy importante para todos nosotros", afirmó durante la ceremonia realizada este domingo.