VATICANO,
En el rezo del Ángelus por la fiesta del Bautismo del Señor que la Iglesia celebra este domingo, el Papa Francisco animó a los fieles a averiguar la fecha del propio bautismo para no olvidarla nunca, porque en ella está la raíz para la vida eterna.
"Queridos hermanos y hermanas, la fiesta del Bautismo del Señor es una ocasión propicia para renovar con gratitud y convicción las promesas de nuestro Bautismo, esforzándonos por vivir cotidianamente en coherencia con esto. Es muy importante también, como les he dicho varias veces, conocer la fecha de nuestro Bautismo. Yo podría preguntarles: '¿Quién de ustedes conoce la fecha de su Bautismo?'", cuestionó el Santo Padre.
"No todos, seguramente. Si alguno de ustedes no la conoce, al volver a casa, pregúntele a sus padres, a los abuelos, a los tíos, a los padrinos, a los amigos de la familia. Pregunte: '¿En qué fecha fui bautizado, fui bautizada?' Y luego no olvidarla: que sea una fecha custodiada en el corazón para festejarla cada año".
El Pontífice dijo luego que en el Bautismo "están las raíces de nuestra vida en Dios, las raíces de nuestra vida eterna que Jesús nos ha dado con su Encarnación, Pasión, Muerte y Resurrección. En el Bautismo están las raíces. Y no nos olvidemos nunca de la fecha de nuestro Bautismo".
Sobre la fiesta del Bautismo del Señor, el Santo Padre explicó que también constituye una epifanía, una manifestación especial de Dios, en la que destacan dos elementos: Jesús asume la humanidad como cualquier otro hombre y por el bautismo se une al Padre en la oración.
"Antes de sumergirse en el agua, Jesús se 'sumerge' en la multitud, se une a ella asumiendo plenamente la condición humana, compartiendo todo, excepto el pecado. En su santidad divina, llena de gracia y misericordia, el Hijo de Dios se ha hecho carne para tomar sobre sí el pecado del mundo: toma nuestras miserias y nuestra condición humana".