A pocos días de la Jornada Mundial de la Juventud de Panamá (JMJ) que se realizará entre el 21 y 27 de enero, los peregrinos chilenos ya comienzan a participar de las tradicionales Misas de envío.
El pasado 5 de enero en la Catedral de la Arquidiócesis de Santiago se reunieron cerca de 400 jóvenes para orar y ser bendecidos por el Obispo Auxiliar del lugar, Mons. Cristián Roncagliolo.
"Nosotros vamos a la JMJ a encontrarnos con Cristo y la culminación del encuentro con Cristo es que el sucesor de Pedro, el Papa Francisco, nos confirme en la fe. Nos confirme en aquello que nos sustancia en nuestra vida: que creemos en Jesucristo que murió por nosotros, que queremos convertirnos porque el Reino de Dios está cerca", manifestó en su homilía.
La JMJ es "un carrete espiritual extraordinario, es un gran carrete de la fe donde nosotros podemos volver nuevos si nos dejamos transformar por el Señor. Es una oportunidad preciosa para vivir con pasión la fraternidad de la Iglesia, para vivir con pasión lo que significa ser cristiano".
En ese sentido, entregó tres recomendaciones para vivir en plenitud la JMJ: "Poner el corazón" para aprovechar intensamente cada día, tener un "propósito de conversión" a diario, y por último animarse a conocer la "riqueza de la diversidad de la Iglesia" compartiendo con los peregrinos de los distintos países.