NUEVA YORK,
Extrabajadoras de la multinacional abortista Planned Parenthood Federation of America denunciaron haber sufrido discriminación laboral al momento de quedar embarazadas.
Exfuncionarias de distintos niveles y centros de IPPF en Estados Unidos compartieron al New York Times sus duras experiencias mientras trabajaban en la entidad, la que presenta la atención prenatal supuestamente como parte de sus servicios de atención a la mujer, pero que promueve el aborto a nivel nacional e internacional y que está actualmente involucrada en una investigación por tráfico de órganos de fetos abortados.
Ta'Lisa Hairston, quien trabajaba como asistente médica de Planned Parenthood en Nueva York, sufrió un aumento de la presión arterial después de quedar embarazada y, por lo tanto, necesitaba descansos más frecuentes. Sin embargo, sus supervisores desestimaron varias indicaciones de sus enfermeras que solicitaban descanso y recesos durante el trabajo.
"Tenía que contener las lágrimas cuando hablaba con mujeres embarazadas y les decía que se ocuparan de sus embarazos, cuando no podía cuidar del mío. Eso me puso celosa", dijo al New York Times.
Hairston renunció a Planned Parenthood en junio de 2018, después de largos turnos y descansos poco frecuentes que le provocaron una hinchazón y complicaciones tan graves que tuvo una cesárea de emergencia a las 34 semanas de embarazo.
"No entré en el campo médico para ser tratada así", lamentó la mujer.