BOGOTÁ,
La Arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia (Colombia), desenmascaró a Miguel Ángel Ibarra Marín, un falso cura que durante 20 años ejerció el ministerio gracias a documentos adulterados que presentó en el país sudamericano y también en España.
Desde 2011 Ibarra Marín actuó como sacerdote en Santa Fe de Antioquía, donde presentó documentos según los cuales había sido ordenado el 4 de enero de 1998 por el entonces Arzobispo de Tunja, Mons. Augusto Trujillo Arango en su capilla privada.
Posteriormente, en octubre de 2017 el falso sacerdote viajó a la diócesis española de Cádiz y Ceuta gracias a un convenio con la arquidiócesis colombiana. En el país europeo ejerció en las parroquias de Santa María La Mayor La Coronada y Santiago Apóstol de Medina Sidonia.
Hace varios meses surgieron dudas sobre la ordenación y Mons. Orlando Antonio Corrales García, de la Arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia, pidió una investigación profunda. En un comunicado, el Prelado explicó que lo había acogido e incardinado "con base en documentos que él presentó y que fueron analizados por un experto canonista".
Sin embargo, señala el comunicado, "con base en documentos originales y además, comunicaciones con sacerdotes de Tunja, llevó a concluir que Miguel Ángel no fue ordenado sacerdote. Por ello, se emitió el Decreto No. 531, del 12 de Diciembre de 2018, que afirma lo siguiente: el Señor Miguel Ángel Ibarra Marín no es sacerdote".
La Diócesis de Cádiz y Ceuta fue informada el 13 de diciembre y cesó al falso de cura de sus funciones.