CIUDAD DE MÉXICO,
Los diversos ritos paganos protagonizados en diciembre por el nuevo Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, evidenciarían el "doble rasero anticlerical" que se vive en el país, según denunció un sacerdote.
López Obrador recibió la "purificación" de miembros de pueblos originarios mexicanos el 1 de diciembre en el Zócalo, la plaza principal, de Ciudad de México, en el marco de su investidura como nuevo presidente del país. Días después, presentó una ofrenda a la "madre tierra" como solicitud de permiso para la construcción de un proyecto ferroviario en el sur de México, conocido como "el tren maya".
Para el P. Hugo Valdemar, canónigo penitenciario de la Arquidiócesis Primada de México, estos actos son "auténticos rituales religiosos de la cultura indígena ancestral, lo cual viola abiertamente la Constitución y el estado laico".
El P. Valdemar fue también durante 15 años vocero de la Arquidiócesis de México, durante el gobierno pastoral del Cardenal Norberto Rivera.
En diálogo con ACI Prensa, el sacerdote explicó que "México en su Constitución se concibe a sí misma como una República laica, es decir ajena a cualquier confesión religiosa, ya sea católica, protestante o pagana".
"Sin embargo, ninguno de los furibundos laicistas ha puesto una denuncia ante la Secretaria de Gobernación" contra López Obrador, a diferencia de "lo que sí hicieron contra el gobernador del estado de Morelos, Cuahutémoc Blanco, por participar en una Misa en honor a la Virgen de Guadalupe el pasado 12 de diciembre".