VATICANO,
En su discurso a la Curia Romana, el Papa Francisco reiteró el compromiso de la Iglesia de erradicar los abusos contra los menores y exigió a quienes hayan cometido estos delitos a convertirse, entregarse a la justicia humana y prepararse para la justicia divina, pues Dios "nunca olvida el sufrimiento" experimentado por las víctimas.
"Conviértanse y entréguense a la justicia humana, y prepárense a la justicia divina", fue el llamado del Pontífice durante el discurso que dirigió este 21 de diciembre a los cardenales y superiores de la Curia Romana en la Sala Clementina con motivo de la próxima Navidad.
En la audiencia, el Santo Padre aseguró que "desde hace varios años la Iglesia se está comprometiendo seriamente por erradicar el mal de los abusos, que grita venganza al Señor, al Dios que nunca olvida el sufrimiento experimentado por muchos menores a causa de los clérigos y personas consagradas: abusos de poder, de conciencia y sexuales", precisó.
En esta línea, el Papa insistió que ante "estas abominaciones" está claro que "la Iglesia no se cansará de hacer todo lo necesario para llevar ante la justicia a cualquiera que haya cometido tales crímenes" e insistió que "la Iglesia nunca intentará encubrir o subestimar ningún caso".
El Pontífice reconoció que "es innegable que algunos responsables, en el pasado, por ligereza, por incredulidad, por falta de preparación, por inexperiencia -podemos juzgar el pasado con la hermenéutica del pasado- o por superficialidad espiritual y humana han tratado muchos casos sin la debida seriedad y rapidez. Esto nunca debe volver a suceder. Esta es la elección y la decisión de toda la Iglesia", remarcó.
Sobre la próxima reunión en el Vaticano con los presidentes de las conferencias episcopales del mundo, que se realizará del 21 al 24 de febrero, el Santo Padre anunció que la Iglesia "reiterará su firme voluntad de continuar, con toda su fuerza, en el camino de la purificación", así como también "se cuestionará, valiéndose también de expertos, sobre cómo proteger a los niños; cómo evitar tales desventuras, cómo tratar y reintegrar a las víctimas; cómo fortalecer la formación en los seminarios. Se buscará transformar los errores cometidos en oportunidades para erradicar este flagelo no solo del cuerpo de la Iglesia sino también de la sociedad".