Unas 400 parejas de esposos renovaron sus promesas matrimoniales en la Catedral de Santa Cruz (Bolivia).
El acto se realizó el 16 de diciembre como conclusión de la Semana para la Familia celebrada en Bolivia bajo el lema "Desde el Evangelio de la Familia, misioneros de la alegría y la vida".
Decenas de sacerdotes, familiares y amigos asistieron a la catedral para ser testigos del "sí" de los matrimonios más jóvenes y de aquellos con más años de experiencia.
"El matrimonio es indisoluble, para toda la vida. Es un don, no una carga", pero siempre va a encontrar "resistencias y dificultades como el machismo, la infidelidad y otras causas que han sido y siguen siendo motivos de separaciones a nivel civil", dijo el Arzobispo de Santa Cruz, Mons. Sergio Gualberti.
"A estos peligros se les añade los ataques de pensamiento que a mi parecer son mucho más peligrosos, como la unión homosexual o la ideología de género", alertó.
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