MADRID,
Las principales asociaciones de padres de alumnos de escuelas concertadas presentaron un decálogo para expresar su rechazo al proyecto de reforma de la ley de educación que propone el gobierno socialista, pues pretende "asfixiar" a la escuela concertada, que en España está compuesta mayoritariamente por centros católicos.
El Gobierno de España presentó recientemente la tramitación parlamentaria para una nueva reforma educativa, con la que la educación concertada quedaría en graves dificultades para seguir adelante.
La propuesta de reforma pretende presionar a la escuelas concertadas al eliminar el artículo 109.2 de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), que reduce el número de plazas que ofertan estas escuelas y así favorecer la enseñanza pública.
Este artículo establece que la oferta de plazas escolares se determina por la llamada "demanda social", entre otros criterios. Es decir que las plazas en los centros públicos y concertados variarán en función de lo que pidan los padres.
En el Consejo de Ministros celebrado el 4 de septiembre, Isabel Celaá aseguró que con la modificación busca "retirar el requisito de la demanda social". Según la ministra de Educación, este criterio es "un eufemismo para propiciar que la escuela pública pueda ser considerada subsidiaria de la concertada".
La mayoría de las escuelas concertadas son colegios de órdenes religiosas. El concierto que mantienen con el Estado supone que éste le aporta una subvención económica. La escuela mantiene su ideario y es responsable de algunos aspectos, entre ellos, la contratación del personal.