VATICANO,
El Papa Francisco realizó un llamado a corregir durante el Adviento los "baches" de la vida, producidos por la frialdad, para preparar la venida del Señor.
Durante el rezo del Ángelus este domingo 9 de diciembre en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Santo Padre aseguró que "no se puede tener una relación de amor, de caridad, de fraternidad con el prójimo si hay 'baches', al igual que no se puede caminar por una calle llena de baches. Ello exige un cambio de actitud. Y todo ello con una atención especial para los más necesitados".
En su reflexión explicó que la liturgia de este segundo domingo de Adviento la liturgia "nos indica cómo dar sustancia a la espera del Señor: emprendiendo un camino de conversión".
"Como guía para este camino, el Evangelio nos presenta la figura de Juan el Bautista, quien recorre toda la región del Jordán predicando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados".
Destacó que "para preparar el camino al Señor que viene, es necesario tener en cuenta las exigencias de la conversión a la cual nos invita el Bautista. ¿Cuáles son estas exigencias para una conversión? Ante todo, estamos llamados a corregir los efectos producidos por la frialdad y la indiferencia, abriéndonos a los demás con los mismos sentimientos de Jesús, es decir, con la cordialidad y la atención fraterna que se hace cargo de las necesidades del prójimo".
Después, "es necesario limar las muchas asperezas causadas por el orgullo y la soberbia. Cuánta gente, quizás sin darse cuenta, es soberbia, es áspera, no tiene una actitud de cordialidad. Es necesario superar esto realizando gestos concretos de reconciliación con nuestros hermanos, de petición de perdón de nuestras culpas. No es fácil reconciliarse. Siempre se piensa: '¿Quién da el primer paso?'. El Señor nos ayuda en esto, si tenemos buena voluntad".