REDACCION CENTRAL,
El Vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, Mons. Pablo Virgilio David, afirmó que "un asesinato extrajudicial siempre es un error, aunque signifique la muerte de delincuentes. Esta es nuestra petición desesperada para el Adviento y la próxima Navidad: por el amor de Dios, ¡detengan las matanzas! Comencemos la sanación".
El presidente filipino Rodrigo Duterte lanzó la llamada "guerra contra las drogas" después de asumir la presidencia en 2016.
Según datos oficiales, la policía ha matado a unos cinco mil sospechosos en redadas realizadas para capturar a narcotraficantes, pero las organizaciones de derechos humanos afirman que el número de muertos, incluidas las ejecuciones extrajudiciales por escuadrones de "vigilantes", es cuatro veces mayor, es decir unas 20 mil personas
La policía rechaza estas acusaciones y alega que los asesinatos involucran a narcotraficantes que se resistieron al arresto.
El también Obispo de Kalookan refirió que su diócesis es "un campo de exterminio" a causa de las ejecuciones extrajudiciales. "La lucha contra las drogas ilegales debe ser implacable, pero los asesinatos deben cesar", dijo.
"No dejemos que nuestras acciones estén motivadas por la ira, el odio, el resentimiento, la venganza. No dejemos que el mal tenga la última palabra. No permitamos que el enemigo nos forme a su imagen y semejanza. No podemos aceptar pasivamente estos asesinatos sin sentido sólo porque algunos de nosotros pensamos que es bueno para la sociedad", señaló el Prelado, que se ganó la antipatía del presidente Duterte.