REDACCION CENTRAL,
Juan Felipe Escobar es un sacerdote colombiano que desde el año 2005 sirve a los habitantes de calle de Medellín. Su silenciosa labor solidaria llega ahora a más gente con la llamada "Tienda del Encuentro", una capilla rodante que funciona desde hace poco más de un año.
Desde hace unos meses el P. Escobar es párroco de la parroquia Beato Federico Ozanam en el barrio Enciso. Todos los martes sale con su capilla rodante al centro de Medellín para anunciar el Evangelio a vendedores ambulantes, drogadictos, prostitutas, indigentes e indígenas desplazados.
"La idea surgió porque empecé a intercambiar armas blancas con ellos a cambio de comida o ropa. Algunos voluntarios me dijeron que era muy riesgoso hacer eso así y entonces comencé a buscar un vehículo para hacer el intercambio. Surgió entonces la idea de hacer una capilla, pero eso era muy costoso", relató el sacerdote a ACI Prensa.
En 2012 desistió de la idea, pero en 2016 "una voluntaria me dijo que tenía un sobrino arquitecto. Él y su socio me ayudaron a sacar adelante el proyecto", explicó el P. Escobar.
El sacerdote cuenta con la ayuda de unos 30 voluntarios, entre fieles de distintas parroquias y seminaristas, con quienes reparte dos mil panes y chocolate a unas 500 personas cada semana.
"Llegamos a la gente con el canto y la música, se expone el Santísimo, se lee el Evangelio del siguiente domingo y se hace una reflexión breve. Después un canto, unas letanías al Santísimo y doy la bendición con la Eucaristía", precisó.