VATICANO,
Durante la Audiencia General de este miércoles 5 de diciembre en el Aula Pablo VI, en el Vaticano, el Papa Francisco recordó que "el primer paso para rezar es ser humilde", y aseguró que "la oración humilde es escuchada por el Señor".
En su catequesis, el Santo Padre habló sobre la oración de Jesús, un tema sobre el que seguirá profundizando en las próximas audiencias generales.
El Papa destacó que el Evangelio presenta a Jesús "como un hombre de oración". "A pesar de la urgencia de su misión y de las urgencias de tanta gente que lo reclamaba, Jesús siente la necesidad de apartarse en soledad y rezar".
"Ese es el punto esencial: Jesús rezaba. Jesús rezaba con intensidad en momentos públicos, compartiendo la liturgia con su pueblo, aunque también buscaba lugares recogidos, separados del ruido del mundo, lugares que permitieran descender al secreto de su alma: es el profeta que conoce las piedras del desierto y que sube a lo alto de los montes", explicó Francisco.
Incluso en la Cruz, Jesús rezaba: "Las últimas palabras de Jesús, antes de morir en la Cruz, son palabras de los Salmos". Es decir, las últimas palabras de Jesús fueron "palabras de oración, de la oración de los judíos", porque "Jesús rezaba con las oraciones que su madre le había enseñado".
"Jesús rezaba como reza cualquier persona del mundo. Sin embargo, su modo de rezar también era un misterio, había algo que seguramente se escapaba a los ojos de sus discípulos, y así se ve en los Evangelios cuando encontramos aquella petición así de sencilla e inmediata: 'Señor, enséñanos a rezar'".