SANTIAGO,
Todos los martes y jueves cerca de 80 personas en situación de calle asisten al comedor de la parroquia Santa María Magdalena en Puente Alto (Chile), donde los recibe un grupo de voluntarias dispuestas a darles más que un plato de comida.
Este comedor parroquial de la Zona Maipo, Región Metropolitana, funciona hace ocho años y atiende mayoritariamente a gente en situación de calle, muchos de los cuales son adultos mayores o jóvenes con problemas de drogadicción.
Son 10 personas las que sirven de manera permanente desde las 9:30 a.m. cada martes y jueves. Además, distintos grupos de voluntarios de escuelas o comunidades se acercan a ayudar en algunas jornadas.
La mayor parte de los donativos de alimentos vienen de parte de las personas que asisten a Misa en la parroquia. También colaboran bienhechores, instituciones educativas y comerciantes del sector.