REDACCION CENTRAL,
El Consejo Europeo de Pagos (EPC, por sus siglas en inglés) aprobó el mes pasado la extensión del alcance geográfico de la Zona Única de Pagos en Euros (SEPA) para incluir al Estado de la Ciudad del Vaticano, lo que constituye un espaldarazo al sistema financiero vaticano.
La decisión del EPC se tomó con la venia de la Comisión Europea y quiere decir que la Unión Europea ha reconocido el sistema financiero del Vaticano como autónomo e independiente.
El SEPA regula la forma en la que los pagos en euros se hacen en toda Europa.
"El SEPA permite a los consumidores europeos, los negocios y las administraciones públicas hacer y recibir transferencias así como débitos bajo las mismas condiciones básicas y hace que los pagos en el extranjero con euros sean sencillos como los pagos nacionales", señaló un comunicado de la Oficina de Prensa del Vaticano el pasado 30 de noviembre.
Hasta antes de esta decisión, Italia consideraba al Vaticano como un estado fuera de la Unión Europea en el aspecto financiero, por lo cual exigía que los movimientos bancarios se hicieran como se realizan con países fuera de la Unión. Ahora eso varía con esta decisión.
"El 1 de marzo de 2019, los esquemas del SEPA se abrirán a las instituciones financieras del Estado de la Ciudad del Vaticano", agrega el comunicado.