VATICANO,
El Papa Francisco reflexionó, durante la Audiencia General de este miércoles 21 de noviembre, sobre el Décimo Mandamiento del Decálogo: "No codiciarás los bienes ajenos".
En su catequesis, el Santo Padre señaló que este Mandamiento, el último del Decálogo, recoge el sentido general de los 10 Mandamientos. "Por medio de este último Mandamiento se subraya el hecho de que todas las transgresiones nacen de una raíz interior común: los malos deseos".
A continuación, el texto completo de la catequesis del Papa Francisco:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Nuestros encuentros sobre el Decálogo nos llevan hoy al último mandamiento. Lo escuchamos al principio. Estas no son solo las últimas palabras del texto, sino mucho más: son el cumplimiento del viaje a través del Decálogo, que llegan al fondo de todo lo que encierra. En efecto, a simple vista, no agregan un nuevo contenido: las palabras «no codiciarás la mujer de tu prójimo [...], ni los bienes de tu prójimo» están al menos latentes en los mandamientos sobre el adulterio y el robo. ¿Cuál es entonces la función de estas palabras? ¿Es un resumen? ¿Es algo más?
Tengamos muy en cuenta que todos los mandamientos tienen la tarea de indicar el límite de la vida, el límite más allá del cual el hombre se destruye y destruye a su prójimo, estropeando su relación con Dios. Si vas más allá, te destruyes, también destruyes la relación con Dios y la relación con los demás. Los mandamientos señalan esto.