SANTIAGO,
Sacerdotes, consagrados, religiosos y vírgenes consagradas de la Arquidiócesis de Santiago de Chile se reunieron en el encuentro "Caminando con Esperanza" para profundizar en la promoción de ambientes sanos y libres de abusos.
"Tenemos que ser testigos de la creación de ambientes sanos, de fraternidad, de cultivar la verdadera obediencia, de generar disponibilidad y cercanía especial con los que sufren", dijo el P. Pedro Garín, encargado de la Vicaría para la Vida Consagrada que organizó el evento.
Para el vicario son necesarios "cambios profundos, no solamente cosméticos. No vivimos tiempos para quedarnos en lo universal, tenemos que aterrizar y animarnos, porque los tiempos que nos ha hecho vivir el Señor hoy día son de un desafío tremendo".
La actividad del 14 de noviembre contó con la intervención de la abogada Andrea Idalsoaga, a cargo de la Delegación Episcopal para la Verdad y la Paz, estructura encargada de coordinar las denuncias, acompañar a las víctimas, realizar las investigaciones pertinentes y colaborar con las instituciones civiles en materias de abusos.
Idalsoaga explicó a los religiosos y consagrados la forma de trabajo de esta delegación del Arzobispado de Santiago ante los casos de eventuales abusos, tanto con los victimarios como con las víctimas.