REDACCION CENTRAL,
El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, Mons. Bernardito Auza, detalló la perspectiva del Papa Francisco y del Vaticano sobre el desafío de la migración, un fenómeno que "es tan antiguo como la misma humanidad" y una de las "claras prioridades" del Santo Padre.
La migración es "uno de los desafíos de nuestro tiempo y una de las claras prioridades del Papa Francisco y de las actividades internacionales de la Santa Sede", dijo Mons. Auza en la ponencia titulada "El Papa Francisco y el desafío global de la migración", pronunciada el 14 de noviembre en el McMillan Center for International and Area Studies de la Universidad de Yale.
El Prelado dijo que la perspectiva del Santo Padre sobre este tema puede resumirse en tres puntos. "El primero es que la migración es una respuesta humana natural y un testamento del deseo de todo ser humano para tener felicidad, libertad, mayores oportunidades y una vida mejor", señaló.
En segundo lugar, continuó, "la Santa Sede cree en dos derechos: el de migrar y el derecho anterior a no migrar. La migración voluntaria, segura, ordenada, regular y bien manejada contribuye al desarrollo y al enriquecimiento cultural".
En ese sentido, el Arzobispo recordó el importante rol que jugó la Santa Sede para la firma del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, un importante marco aunque no vinculante para hacer frente al tema desde las Naciones Unidas, basado en la cooperación internacional, que se inició con la declaración de Nueva York de 2016.
Entre otras cosas, el Prelado resaltó el aporte del Vaticano para que en el Pacto Mundial se afirme que "debemos trabajar juntos para crear condiciones que permitan a las comunidades e individuos vivir seguros y dignos en sus propios países".