REDACCION CENTRAL,
El Papa Francisco aprobó el decreto que reconoce las virtudes heroicas de la religiosa ecuatoriana Rafaela de la Pasión, que fundó en Perú la Congregación de las Agustinas Hijas del Santísimo Salvador.
La aprobación de las virtudes heroicas es tal vez el paso más complejo y largo en el proceso de beatificación de un fiel católico, ya que con el decreto se reconoce que el siervo de Dios ha vivido en grado heroico la fe, la esperanza y la caridad; para lo cual se debe haber investigado previamente y en detalle su vida y escritos. Con esta aprobación, la causa queda a la espera de un milagro para la beatificación.
Rafaela Veintemilla Villacís nació en Quito (Ecuador) el 22 de Marzo de 1836. Su madre era muy devota de Santa Marianita de Jesús, la primera santa ecuatoriana, lo que marcó profundamente a la pequeña que fue bautizada el mismo día en que nació.
Perdió a su madre a los cuatro años y a su padre a los 19. Desde muy joven sintió el deseo de ser religiosa. Pasó su adolescencia y juventud practicando con gran fervor las virtudes cristianas. Al llegar a la mayoría de edad, hizo en privado sus primeros votos de pobreza, castidad y obediencia; y vestía el hábito Santa Marianita.
Sufrió la cárcel durante unos nueve meses a causa del golpe de estado que condujo su hermano, el General Ignacio Veintemilla, que siendo presidente del Ecuador, se proclamó dictador en 1882.
Con 47 años fue expatriada y llegó en 1883 a Lima (Perú). Asistía a retiros espirituales, participando de las asociaciones marianas existentes en la iglesia Santo Domingo y la iglesia San Pedro, donde fue una de las fundadoras del Rosario viviente.