MADRID,
El P. Tom Uzhunnalil, sacerdote que estuvo secuestrado 18 meses a manos de terroristas musulmanes, afirmó que ha perdonado a los yihadistas y que si durante su cautiverio se mantuvo firme, "fue gracias a la oración de todas las personas que rezaron por mí".
En una entrevista concedida a ACI Prensa, el sacerdote salesiano recordó la experiencia vivida en Yemen, cuando los terroristas lo secuestraron luego de asesinar a cuatro misioneras de la caridad y a los voluntarios que ayudaban a dirigir la residencia de ancianos que las religiosas llevaban en Adén.
Según explicó, la situación en los últimos días había mejorado en Yemen, donde había una gran confusión consecuencia de la primavera árabe. "Las iglesias en Yemen habían sido atacadas y vandalizadas, pero en los días anteriores a mi secuestro la situación se había estabilizado un poco", recuerda.
Sin embargo, la mañana del 4 de marzo de 2016 cuando estaba rezando en la capilla de las Misioneras de la Caridad escuchó unos disparos en el exterior. Vio cómo asesinaban a cuatro de ellas.
"Recé a la misericordia de Dios por las hermanas que habían muerto y también por los que las habían asesinado. Después dijeron que saliera fuera y me preguntaron si era musulmán. Les dije que no, que era cristiano. Y me metieron en la parte trasera del coche. Poco después abrieron la puerta de nuevo y lanzaron algo metálico envuelto en unas telas. Supe que era el sagrario que las hermanas tenían en la capilla", explicó.
El P. Tom fue secuestrado por una célula yihadista y asegura que no sufrió torturas físicas, pero sí psicológicas. "Me quitaron todo, aunque me daban un poco de agua y de comida", recordó. Durante ese tiempo le cambiaron de ubicación unas cinco o seis veces, pero afirma que nunca supo la localización exacta de dónde estaba secuestrado.