VATICANO,
En la homilía de la Misa que presidió este sábado 3 de noviembre en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco afirmó que "la gran tentación" a la que el cristiano debe hacer frente es "conformarse con una vida sin amor".
"La gran tentación es conformarse con una vida sin amor, que es como un vaso vacío, como una lámpara apagada. Si no se invierte en amor, la vida se apaga. Los llamados a las bodas con Dios no pueden acomodarse a una vida sedentaria, siempre igual y horizontal, que va adelante sin ímpetu, buscando pequeñas satisfacciones y persiguiendo reconocimientos efímeros", dijo el Papa al reflexionar en el pasaje de las diez vírgenes que esperan la llegada del esposo, narrado en el Evangelio de San Mateo.
Cuando un cristiano cae en esta tentación, explicó Francisco, termina viviendo "una vida desvaída, rutinaria, que se contenta con hacer su deber sin darse" y que "no es digna del esposo", es decir, de Cristo.
"El encuentro con Jesús, Esposo que 'amó a su Iglesia y se entregó a sí mismo por ella', da sentido y orientación a la vida. No hay otro. El final ilumina lo que precede. Y como la siembra se evalúa por la cosecha, así el camino de la vida se plantea a partir de la meta", resaltó el Santo Padre.
De ese modo, prosiguió, la vida "es el tiempo que se nos da para crecer en el amor. Vivir es una cotidiana preparación a las nupcias, un gran noviazgo. Preguntémonos: ¿Vivo como quien prepara el encuentro con el esposo? En el ministerio, ante todos los encuentros, las actividades que se organizan y las prácticas que se tramitan, no se debe olvidar el hilo conductor de toda la historia: la espera del esposo".
El Papa explicó luego tres aspectos del aceite de las vírgenes que pueden aplicarse para la comprensión de la vida terrena. El primero, dijo, es que "no es vistoso. Permanece escondido, no aparece, pero sin él no hay luz. ¿Qué nos sugiere esto? Que ante el Señor no cuentan las apariencias, sino el corazón. Lo que el mundo busca y ostenta –los honores, el poder, las apariencias, la gloria– pasa, sin dejar rastro".