VATICANO,
En un encuentro con los jóvenes de la diócesis francesa de Viviers, en la Sala Clementina del Vaticano, el Papa Francisco les invitó a escuchar la Palabra de Dios, no solo con el oído, sino también con el corazón.
"Hacé la prueba, quedate tranquilo, abrí, leé (la Biblia) y escuchá y te vas a llevar una sorpresa: la Palabra llegó", les aseguró a los jóvenes el 29 de octubre, un día después de concluido el Sínodo de los Obispos.
El Papa reiteró la importancia de que "la Palabra de Dios no solo se escucha por el oído, entra por el oído, o si la lees entra por los ojos; sino que se escucha con el corazón" y exhortó a "escuchar la Palabra de Dios con el corazón abierto".
Explicando el pasaje evangélico del joven rico, el Papa recordó a aquel muchacho bueno que le fue a preguntar a Jesús qué tenía que hacer para alcanzar la vida eterna y a quien Jesús le respondió cumplir los mandamientos y, después, vender lo que poseía para darlo a los pobres.
El Santo Padre añadió que este joven no fue capaz de escucharlo, "porque tenía el corazón lleno de riquezas". En esta línea, el Santo Padre invitó a cada uno a preguntarse: "¿por qué no me llega la Palabra de Dios? ¿Cuándo no llega? Porque tengo el corazón lleno de otra cosa. Un corazón que no escucha. ¿Está claro? Solamente podemos escuchar la Palabra de Dios con el corazón abierto".
En esta línea, el Papa exhortó a ser pobres de espíritu, pues "los que mejor entienden la Palabra de Dios son los pobres porque no ponen ninguna barrera a esa palabra que es como una espada de dos filos y te llega al corazón. Y cuanto más pobres de espíritu nos hacemos, mejor la entendemos".