GUATEMALA,
Al presidir la Misa de beatificación de los mártires P. Tullio Maruzzo y Luis Obdulio Arroyo Navarro, el Cardenal Giovanni Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, alentó a que "su martirio promueva en todos el coraje del testimonio cristiano, la coherencia de la vida y la entrega sin límites a los demás".
El Cardenal Becciu presidió la ceremonia el 27 de octubre en la ciudad de Morales, en el Vicariato Apostólico de Izabal (Guatemala).
El purpurado aseguró que "toda la Iglesia en Guatemala está de fiesta", y recordó que si bien "uno era un sacerdote y religioso franciscano, de los frailes menores, y el otro un fiel laico catequista", ambos "compartían rasgos esenciales de espiritualidad: el estilo de vida simple y alegre, propio de quien es pobre en el espíritu; el ardiente celo por el Evangelio, que sustenta a los que trabajan por la paz".
También subrayó "el atento cuidado de los pobres y la valiente defensa de los últimos, que distinguen a los hombres de buena voluntad. Son rasgos que constituyen para nosotros un mensaje todavía actual".
El Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos destacó que "el beato Tullio Maruzzo es un regalo de Dios a vuestra tierra, es el pastor bueno que el Padre envió a cuidar de su rebaño, hasta dar su vida. Había dejado su pueblo natal, Lapio di Arcugnano, en Italia, para ser un testigo del Evangelio entre vosotros".
Por su parte, "el Beato Luis Obdulio Arroyo Navarro fue el fiel compañero que el Señor colocó junto al Padre Tullio en la hora del martirio. ¡Es el fruto maduro de vuestra Iglesia de Izabal, que recogéis en el año en que celebráis solemnemente el cincuenta aniversario de la erección del Vicariato! ¡Es el primer beato mártir nativo de Guatemala!".