VATICANO,
El Papa Francisco presidió, este domingo 28 de octubre en la Basílica de San Pedro del Vaticano, la Misa de clausura de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que, desde el 3 hasta el 27 de octubre, se ha desarrollado en Roma.
En su homilía, el Santo Padre reflexionó sobre los tres ejes en los que han girado los trabajos de los padres sinodales en estas tres semanas: escucha, acompañamiento y testimonio.
Escucha
Sobre la escucha, Francisco habló del "apostolado del oído: escuchar, antes de hablar". "¡Qué importante es para nosotros escuchar la vida!", exclamó. Escuchar "el grito del que pide ayuda".
"Los hijos del Padre celestial escuchan a sus hermanos: no las murmuraciones inútiles, sino las necesidades del prójimo. Escuchar con amor, con paciencia, como hace Dios con nosotros, con nuestras oraciones a menudo repetitivas. Dios nunca se cansa, siempre se alegra cuando lo buscamos", explicó.
Acompañamiento