REDACCION CENTRAL,
Esta mañana los Padres Sinodales que participan en el Sínodo de los Jóvenes peregrinaron hasta la tumba de San Pedro e hicieron la profesión de fe ante la tumba del primer Papa.
Los obispos y cientos de jóvenes recorrieron una parte de la llamada "Vía Francígena" (El camino que viene de Francia), una ruta de peregrinación que comienza en la Catedral de Canterbury en Inglaterra, pasando por Francia y Suiza, hasta la Basílica de San Pedro en Roma, y que sigue luego hasta Jerusalén.
Los prelados y los jóvenes recorrieron el último tramo de la etapa 45, desde el Monte Mario hasta la Basílica Vaticana en Roma, donde fueron recibidos por el Papa Francisco.
Durante la peregrinación, todos rezaron el Rosario y las dos plegarias propuestas por el Pontífice para defender a la Iglesia ante los ataques del demonio: la oración Sub tuum presídium (Bajo tu amparo), dirigida a la Virgen María; y la oración a San Miguel Arcángel del Papa León XIII.
Al final de la peregrinación promovida por el Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, presidido por el Arzobispo Rino Fisichella, el Cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo de los Obispos, presidió una Misa en la que el Papa dirigió la profesión de fe con todos los presentes en la forma de preguntas y respuestas con el contenido de la oración del Credo.
"Hoy deseamos acoger el sentido de esta peregrinación. Estamos celebrando juntos con Pedro el Sínodo de los Jóvenes, hemos profesado nuestra fe y ahora queremos acoger el significado de Pedro. De su vida y vocación. Aquí todo habla de Pedro y pedro nos muestra cómo vivir como cristianos", dijo Mons. Fisichella en su homilía.