VATICANO,
El Papa Francisco recordó que antes de recibir el sacramento del matrimonio "se necesita una cuidada preparación, un catecumenado", y aseguró que no se puede llamar preparación "a tres o cuatro conferencias en la parroquia".
En este sentido, responsabilizó a los párrocos y Obispos que permiten esa "burla" de la falta de preparación de los matrimonios. "La preparación debe ser madura y exige tiempo. No es un acto formal. Es un sacramento. Por lo tanto, se debe preparar con un verdadero catecumenado, porque se juega toda la vida en el amor, y con el amor no se juega".
Durante la catequesis pronunciada en la Audiencia General de este miércoles 24 de octubre celebrada en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Santo Padre reflexionó sobre el Sexto Mandamiento del Decálogo: "No cometerás adulterio".
"Se trata de una llamada a la fidelidad", explicó el Pontífice. "En efecto, ninguna relación humana es auténtica sin fidelidad y lealtad". "No se puede amar sólo hasta lo que nos 'conviene'; el amor se manifiesta más allá del interés propio, cuando se da todo sin reserva".
El Papa continuó: "La llamada a la vida conyugal exige un detenido discernimiento sobre la calidad de la relación y un tiempo de afianzamiento para verificarla. Para acceder al Sacramento del matrimonio, los novios deben madurar la certeza de que en su vínculo está la mano de Dios que los precede y los acompaña".
"La fidelidad es un modo de ser, es un estilo de vida. Se trabaja con lealtad, se habla con sinceridad, se permanece fiel a la verdad en los propios pensamientos, en las propias acciones. Una vida tejida de fidelidad se expresa en todas las dimensiones y lleva a ser hombres y mujeres fieles y fiables en toda circunstancia".