VATICANO,
Durante la Misa celebrada en la Casa Santa Marta este viernes 19 de octubre, el Papa Francisco recordó que el Señor quiere cristianos que crecen hacia fuera empujados por la levadura del Espíritu Santo, y no hacia dentro como los hipócritas preocupados sólo por sí mismos.
El Papa diferenció entre la levadura "que hace crecer" y la levadura "mala, que arruina". Esa es la levadura "de los fariseos, de los doctores de la Ley de aquel tiempo, de los saduceos". Es decir, "la levadura de la hipocresía".
"Es gente cerrada en sí misma que aparenta, que actúa con falsedad, que da una limosna para después anunciarlo tocando una trompeta. La preocupación de estas personas es custodiar lo que tienen dentro, su egoísmo, su seguridad. Cuando surge algo que los pone en dificultad, miran a otra parte".
Jesús dice: "Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía". Francisco explicó que "Jesús no tolera la hipocresía: presentarse bien, con bellas formas de educación, pero con malos hábitos por el interior".
El Papa recordó las palabras que el Señor dirigió a los fariseos: "Por fuera aparentáis hermosos, como los sepulcros, pero por dentro hay putrefacción y destrucción, llenos de escombros".
Continuó el Pontífice: "Esta levadura que hace crecer hacia dentro es una levadura que te hace crecer sin futuro, porque en el egoísmo, en el volverse hacia uno mismo, no hay futuro. En cambio, hay otro tipo de persona a la que vemos con otro tipo de levadura, que es lo contrario: hace crecer hacia fuera".