SANTIAGO,
La Conferencia Episcopal de Chile (CECh) expresó su cercanía a las víctimas de los abusos cometidos por Francisco José Cox Huneeus y Marco Antonio Órdenes Fernández, obispos eméritos a quienes el Papa Francisco expulsó del estado clerical el 11 de octubre.
El Vaticano anunció esta decisión el 13 de octubre e indicó que fue tomada por el Santo Padre al constatarse "actos manifiestos de abusos a menores" por parte de Cox Huneeus, Arzobispo Emérito de La Serena y miembro del Instituto de los Padres de Schoenstatt; y de Órdenes Fernández, Obispo Emérito de Iquique.
El sábado 13, el Comité Permanente de la CECh, a través de un comunicado, transmitió su "cercanía hacia quienes han sufrido el abuso y daño causado por obispos. A ellos, a sus familias y comunidades, les pedimos perdón en nombre de los Obispos y de la Iglesia".
Los obispos reiteraron su compromiso por una "renovación eclesial", traducido en "nuestro servicio a disposición del discernimiento del Santo Padre" y el apoyo de "valiosos grupos de laicas, laicos y consagrados, para cumplir e implementar nuestras decisiones y compromisos del 3 de agosto".
En tanto, el Instituto Secular Padres de Schoenstatt emitió una declaración en la que afirma que reciben la dimisión del estado clerical de Francisco José Cox, de 84 años, con "mucha vergüenza por el daño ocasionado a las víctimas", a quienes expresó su solidaridad.
"Hoy más que nunca, deploramos todo acto de abuso que ofende la dignidad de las personas", señala la declaración firmada por el Superior General, P. Juan Pablo Catoggio, y el Superior Provincial, P. Fernando Baeza.