VATICANO,
El Papa Francisco pidió a los sacerdotes y a los obispos que "cuiden del Santo Pueblo fiel de Dios, no lo escandalicen"; durante un encuentro que tuvo con peregrinos de El Salvador presentes en Roma para la canonización de San Óscar Romero.
Durante el encuentro, el Santo Padre puso a San Óscar Romero como ejemplo de pastor, de sacerdote, de obispo, "que da la vida por sus ovejas".
"Ejemplo de predilección por los más necesitados de la misericordia de Dios. Estímulo para testimoniar el amor de Cristo y la solicitud por la Iglesia, sabiendo coordinar la acción de cada uno de sus miembros y colaborando con las demás Iglesias particulares con afecto colegial".
San Óscar Romero "veía al sacerdote colocado en medio de dos grandes abismos: el de la misericordia infinita de Dios y el de la miseria infinita de los hombres", señaló el Pontífice.
En este sentido, explicó que "el mensaje de San Óscar Romero va dirigido a todos sin excepción, grandes y chicos, para todos".
Insistió en que "la fuerza de la fe es la fuerza del Pueblo de Dios. Él, Óscar Romero, repetía con fuerza que cada católico ha de ser un mártir, porque mártir quiere decir testigo, es decir, testigo del mensaje de Dios a los hombres".