REDACCION CENTRAL,
El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, fue distinguido con el Doctorado Honoris Causa de la Universidad San Martín de Porres (USMP). En su ponencia en esa casa de estudios dijo que para resolver los problemas más complejos de la sociedad es necesario contar con hombres y mujeres que defiendan la vida, el matrimonio y la familia.
En el evento realizado el 11 de octubre en el auditorio de la facultad de medicina de la USMP, el Cardenal ofreció algunas reflexiones compartiendo su experiencia como Obispo y Arzobispo en Ayacucho, una región marcada por la pobreza y el terrorismo en las décadas de 1980 y 1990; y su servicio de 20 años como Arzobispo de Lima y Primado del Perú.
El Cardenal explicó la importancia del papel de los laicos en el mundo para que con su testimonio y con su palabra iluminen "todas las realidades humanas y convertirlas así en elementos de su caminar hacia la eternidad. Si un día la Iglesia no predicara el llamado divino a caminar en este mundo hacia el reino de los cielos, gracias a la redención de Cristo, habría equivocado su misión".
"La experiencia me ha enseñado que para resolver los problemas más complejos de la sociedad es necesario encontrar hombres y mujeres que tengan una fortaleza humana, una competencia profesional y una fe cristiana, que les permita defender con valentía los valores de la vida humana, de la persona, del matrimonio y de la familia".
Entonces, continuó, "esa dignidad humana, elevada por la gracia a la dignidad de los hijos de Dios en los bautizados, supera todo desafío de corrupción y de ineficacia. Porque no nos olvidemos que la ignorancia es el mayor enemigo del hombre y que el conocimiento de Dios y del hombre son el punto de partida para todo conocimiento y toda acción positiva".
"El ciudadano cristiano, portador de la doctrina del Evangelio, es un hombre o una mujer verdaderamente libres y ciertamente responsables de la sociedad en la que viven, y en la que deben actuar personalmente para rechazar las ideologías importadas de moda que, a la corta y a la larga, llevan consigo el germen de la destrucción del espíritu cristiano".