VATICANO,
Al presidir la Santa Misa hoy en la Capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco afirmó que el cristiano debe ser valiente cuando le pide algo al Señor en oración, y rezar siempre con coraje y sin dejarse vencer por el cansancio.
"Se reza con coraje, porque cuando rezamos tenemos una necesidad, normalmente, una necesidad. Un amigo es Dios: es un amigo rico que tiene pan, tiene eso de lo que nosotros tenemos necesidad. Como si Jesús dijera: 'En la oración sean insistentes. No se cansen'. Pero, ¿no se cansen de qué? De pedir. 'Pidan y se les dará'", dijo el Papa este 11 de octubre sobre el pasaje del Evangelio de San Lucas (11,5-13).
El Santo Padre dijo que si bien Dios es el amigo que nos puede dar lo que necesitamos, "la oración no es como una varita mágica", porque no se trata de decir dos "Padrenuestros" y después irse.
"La oración es un trabajo: un trabajo que nos pide voluntad, nos pide constancia, nos pide ser determinados, sin vergüenza. ¿Por qué? Porque yo estoy llamando a la puerta de mi amigo. Dios es amigo, y con un amigo yo puedo hacer esto. Una oración constante, insistente. Pensemos en Santa Mónica por ejemplo, cuántos años rezó así, incluso con las lágrimas, por la conversión de su hijo. El Señor, al final, abrió la puerta", recordó el Pontífice.
En otro momento de su homilía, puso de ejemplo la historia de un hombre que conoció en Buenos Aires (Argentina) y peregrinó 70 kilómetros hasta el Santuario de la Virgen de Luján para pedir por su hija, que estaba muriendo. El hombre rezó toda la noche y su hija despertó sin explicación médica alguna.
"Aquel hombre sabía cómo se reza", dijo el Papa.