VATICANO,
El próximo 14 de octubre el Beato Vincenzo Romano será canonizado por el Papa Francisco y se convertirá en el primer párroco diocesano de Italia elevado a los altares, todo esto gracias al milagro obrado en un comerciante de mariscos en Italia.
Raimondo Formisano (1930-2003) fue un comerciante del Torre del Greco, el mismo municipio donde el Beato Vincenzo Romano nació y sirvió como párroco a los más pobres y desposeídos, además de elevar la dignidad del trabajo de la gente de mar.
Casado por 20 años con Florinda Cimmino y padre de 14 hijos, Raimondo se dedicó toda su vida al comercio de productos del mar en una pequeña plaza donde trabajó hasta el día de su muerte.
También fue cargador de la imagen de la Virgen Inmaculada por más de 50 años, durante las procesiones que se realizan cada año 8 de diciembre por las calles de Torre del Greco.
En febrero 1989, Raimondo fue diagnosticado de un tumor maligno en el abdomen. El pronóstico era grave y no había terapia eficaz para curarlo.
Según explicó el diario Il Mattino, este hombre solo hizo tres ciclos de quimioterapia, pero después desistió del tratamiento para poner su vida en manos de Dios.