VATICANO,
En el discurso de apertura de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, el Papa Francisco recordó a los padres sinodales que el discernimiento vocacional "no es un eslogan publicitario"; "no es una técnica organizativa, ni tampoco una moda de este pontificado. Es una actitud interior que se enraíza en un acto de fe".
El Santo Padre explicaba así el sentido del tema del sínodo: los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. De hecho, el Papa dedicó gran parte de su discurso de apertura a insistir sobre la importancia de la escucha, tanto entre los padres sinodales como entre los miembros de la Iglesia y los jóvenes y, también, entre las generaciones adultas y las jóvenes.
El Papa afirmó que "el Sínodo que estamos viviendo es un momento de compartir". Por ello, invitó a todos los participantes "a hablar con valentía", integrando "libertad, sinceridad y caridad". "Únicamente el diálogo puede hacernos crecer", aseguró.
Al mismo tiempo, señaló que "a la valentía de hablar debe corresponder la humildad de escuchar". Además, subrayó que "el Sínodo debe ser un ejercicio de diálogo, sobre todo, entre todos los que participan. Y el primer fruto de este diálogo es que cada uno se abra a la novedad, a modificar su propia opinión gracias a lo que haya escuchado de los demás".
El Pontífice también señaló que "el Sínodo es un ejercicio eclesial de discernimiento". En este sentido, "la franqueza al hablar y la apertura al escuchar son fundamentales para que el Sínodo sea un proceso de discernimiento".
El Papa insistió en que "el discernimiento es el método y al mismo tiempo el objetivo que nos proponemos: Se fundamenta en la convicción de que Dios actúa en la historia del mundo, en los eventos de la vida, en las personas que nos encontramos y con las que hablamos".