NUEVA YORK,
Mons. Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados y Jefe de la Delegación de la Santa Sede ante Naciones Unidas, pidió a la comunidad internacional trabajar en soluciones políticas reales y sostenibles a la crisis y escalada de violencia que vive República Centroafricana.
En su discurso, pronunciado en Nueva York este 28 de septiembre, en el marco del 73° período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, aseguró que "la crisis política y humanitaria actual en la República Centroafricana sigue siendo motivo de gran preocupación para la Santa Sede".
La situación del país africano, lamentó, "revela en gran medida la incapacidad de la comunidad internacional de reunir la voluntad política para abordar con eficacia un conflicto con consecuencias tan devastadoras".
"En lugar de ser testigos de claros signos de progreso y mejora, la situación desde la reunión ministerial de alto nivel celebrada el año pasado ha registrado una dramática escalada de violencia. Las regiones en el noroeste y el centro del país continúan en un tenso conflicto y el área en el suroeste ha sido, lamentablemente, escenario del aumento de los combates".
Mons. Gallagher señaló que las consecuencias de las tensiones durante años en República Centroafricana han provocado "estragos en la vida de millones de civiles, dejando tras de sí miles de víctimas y cientos de miles de desplazados internos y refugiados que huyen a los países vecinos de Camerún, Chad, la República Democrática del Congo y la República del Congo".
"Como es habitual, las mujeres y los niños son a menudo las primeras víctimas de las situaciones de conflicto. Casi la mitad de la población de la República Centroafricana, aproximadamente 2.500.000 personas, necesitan apoyo humanitario básico y de esta cifra, aproximadamente 1.300.000 son niños".