VATICANO,
En la Audiencia General celebrada este miércoles 26 de septiembre en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Papa Francisco hizo balance de su reciente viaje apostólico a Lituania, Letonia y Estonia con motivo del centenario de la independencia de estos países bálticos.
Explicó que la misión de este viaje "era anunciar nuevamente a aquellos pueblos la alegría del Evangelio y la revolución de la misericordia, de la ternura, porque la libertad no es suficiente para dar sentido y plenitud a la vida sin el amor, el amor que procede de Dios".
El Pontífice destacó el gran sufrimiento de los pueblos de estos tres países durante estos cien años de independencia en que han sufrido la ocupación nazi primero, y la soviética después.
Durante el viaje, hizo referencia en muchas ocasiones a la necesidad de conservar la memoria de ese sufrimiento.
En la Audiencia resumió el homenaje que realizó en Vilna a las víctimas del genocidio hebraico en Lituania, cuyo máximo exponente fue la destrucción del gueto de la capital lituana, del cual se cumplen 75 años, y que supuso el inicio del asesinato de decenas de miles de judíos.
"Al mismo tiempo, he visitado el Museo de la Ocupación y de la Lucha por la Libertad: he rezado en las estancias en las que fueron detenidos, torturados y ejecutados los opositores al régimen". "Conmueve ver hasta qué punto puede llegar la crueldad humana. Pensemos en ello".