BUENOS AIRES,
La parroquia María Reina y la escuela Pablo VI, de la ciudad de Rosario (Argentina), fueron blancos de un violento ataque por parte de delincuentes para amenazar al párroco que hace unas semanas denunció la actividad de bandas de narcotraficantes en la zona.
El hecho ocurrió en la madrugada del domingo 23 de septiembre, cuando los sujetos dispararon hacia ambos lados de la calle México, en el barrio Larrea. El resultado fue siete proyectiles contra la fachada de la iglesia, uno de los cuales traspasó el muro y dio con el altar, y otros cinco contra la puerta de la escuela.
La Fiscalía Regional de Rosario abrió una investigación para dar con los responsables, sin embargo, el P. Juan Pablo Núñez atribuyó la balacera a narcotraficantes. Hace algunas semanas, el párroco comenzó a visibilizar el problema que sufren los estudiantes y vecinos por esta situación y ya había recibido amenazas verbales.
"El barrio era tierra de nadie, muchos episodios de robos, tiroteos, la gente venía a hablar conmigo porque no sabían con quién hablar, entonces yo me hice eco de esa situación", dijo el P. Núñez al portal de noticias Todos Para Uno.
El sacerdote explicó que trabaja en el barrio hace cuatro años y medio. Había abierto un centro de ayuda a jóvenes en consumo, pero tuvo que cerrarlo al poco tiempo por amenazas de los mismos padres.
Cuatro semanas antes del ataque, el P. Núñez comenzó a pedir que las autoridades locales hicieran lo necesario "para terminar con el drama de la inseguridad" que se intensificaba con fuerza.