Tallin,
En la homilía de la Misa pronunciada ante cerca de siete mil personas en la Plaza de la Libertad en Tallin (Estonia), el Papa Francisco pidió a los fieles perder el miedo y salir de la zona de confort para anunciar el Evangelio ante una mayoría del país que no se reconoce como creyente.
Según un informe de Libertad Religiosa de 2016 publicado por Ayuda a la Iglesia Necesitada, Estonia tiene una población de 1.325.000, de los cuáles apenas el 1.2% es católico y 54% no profesa ningún tipo de religión.
"Tenemos que perder el miedo y salir de los espacios blindados, porque hoy la mayoría de los estonios no se reconocen como creyentes. Salir como sacerdotes; lo somos por el bautismo. Salir a promover la relación con Dios, a facilitarla, a favorecer un encuentro amoroso con aquel que está gritando 'venid a mí'", dijo el Santo Padre este 25 de septiembre en su homilía.
En ese sentido, dijo que es necesario "crecer en una mirada cercana para contemplar, conmovernos y detenernos ante el otro, cuantas veces sea necesario", así como también "dar testimonio de ser un pueblo santo".
"Hoy elegimos ser santos saneando los márgenes y las periferias de nuestra sociedad, allí donde nuestro hermano yace y sufre el descarte", dijo.
En otro momento de su homilía, lamentó que algunas personas se consideren "libres cuando viven sin Dios o al margen de Él", y "no advierten que de ese modo transitan por esta vida como huérfanos, sin un hogar donde volver".