AGLONA,
En la Misa que presidió en el Santuario Internacional de la Madre de Dios en Aglona (Letonia), el Papa Francisco alentó a seguir el ejemplo de María y no tener miedo de la ternura ni de "complicarnos" por los demás, especialmente por los que sufren.
Ante unas 30 mil personas, el Santo Padre reflexionó sobre el evangelio de San Juan en el que se narra cómo la Virgen permanece de pie ante la cruz de su Hijo.
"Lo primero que señala el evangelista es que María está 'firmemente de pie' junto a su Hijo. No es un modo liviano de estar, tampoco evasivo y menos aún pusilánime. Es con firmeza, 'clavada' al pie de la cruz, expresando con la postura de su cuerpo que nada ni nadie podría moverla de ese lugar", dijo el Papa.
De este modo, "María se muestra en primer lugar así: al lado de los que sufren, de aquellos de los que todo el mundo huye, incluso de los que son enjuiciados, condenados por todos, deportados. No se trata solo de que sean oprimidos o explotados, sino de estar directamente 'fuera del sistema', al margen de la sociedad. Con ellos está también la Madre, clavada junto a esa cruz de la incomprensión y del sufrimiento".
"También María nos muestra un modo de estar al lado de estas realidades; no es ir de paseo ni hacer una breve visita, ni tampoco es 'turismo solidario'. Se trata de que quienes padecen una realidad de dolor nos sientan a su lado y de su lado, de modo firme, estable; todos los descartados de la sociedad pueden hacer experiencia de esta Madre delicadamente cercana, porque en el que sufre siguen abiertas las llagas de su Hijo Jesús. Ella lo aprendió al pie de la cruz".
Como la Madre de Dios, resaltó el Papa Francisco, "también nosotros estamos llamados a "tocar" el sufrimiento de los demás. Vayamos al encuentro de nuestro pueblo para consolarlo y acompañarlo; no tengamos miedo de experimentar la fuerza de la ternura y de implicarnos y complicarnos la vida por los otros".